El Fénix
Entre el incendio y las cenizas
hay un solo momento en que el fénix debe decidir
si quiere vivir otra vez
si quiere empezar al ilimitado principio la próxima iteración
En este momento
la crisálida que viene
habita en fragmentación
en lágrimas negras que caen de ojos que todavía no existen
Estas gotas oscuras, lluvia del alma inconclusa aún infinita
transportan todas las posibilidades de ser
encajada y encerrada
al borde del abismo
En la frontera
el aliento de vida
queda suspendido en suspiro cautivo
y el fénix baila fuera del ritmo
considerando las opciones
de permanecer o de morirse en final
Al igual que en momentitos de nuestros propios renacimientos
la decisión de emerger
viene con llanto resbaladizo y viscoso
y nos presentamos mojados, demasiado agotados
al crudo principio nuevo
Los mitos nos esperan allí
enloquecidos de anticipación
aguardando que tenemos la fuerza necesaria
para arrastrarlos con nosotros hacia la vida
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